Darío de Regoyos

La aventura impresionista

14 junio - 13 octubre 2014
Darío de Regoyos

Los almendros en flor, 1905

© Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito
al Museo Carmen Thyssen Málaga
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Darío de Regoyos

Los almendros en flor, 1905

© Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito
al Museo Carmen Thyssen Málaga

Organizada con ocasión del centenario de su fallecimiento, esta exposición presenta una amplia retrospectiva de la trayectoria artística de Darío de Regoyos (Ribadesella, Asturias, 1857-Barcelona, 1913), principal representante español del impresionismo, con obras que muestran las diversas formas de expresión, los intereses temáticos y la evolución estética de toda su carrera. La originalidad cromática y la audaz representación de los fenómenos lumínicos y atmosféricos hacen de los paisajes de Regoyos uno de los episodios más innovadores del panorama artístico español del momento.

Estudió en Madrid con Carlos de Haes y en Bruselas, a donde se trasladó en 1879, con Joseph Quinaux. Con ambos maestros descubrió que el paisaje, género por entonces poco apreciado, era lo que más le interesaba como pintor.

Su aprendizaje se enriqueció en contacto con los artistas belgas y franceses más renovadores del momento, entre otros, sus amigos Ensor, Van Rysselberghe, Pissarro, Seurat y Signac, o el norteamericano Whistler. Mantuvo, además, una estrecha relación artística y familiar con el País Vasco, y desempeñó un papel fundamental en la modernización de la pintura vasca en el cambio de siglo.

Viajó por Europa y la geografía española en busca de motivos pictóricos, pues trabajaba directamente del natural captando los fenómenos atmosféricos mientras se producían. Por eso en su obra abundan los formatos pequeños y medianos, más fáciles de transportar. Pintaba con rapidez y sin bocetos previos ni arrepentimientos.