Artistas

José Gutiérrez Solana

Madrid, 1886 - Madrid, 1945

  • Coristas

    1927

Pintor y escritor nacido en Madrid, en el seno de una acomodada familia de ascendencia santanderina. En 1900, ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y durante su juventud frecuenta la tertulia del café de Levante, donde conoce a los hermanos Baroja, Valle-Inclán y Zuloaga. Junto a su inseparable hermano Manuel, visita los rincones marginales de Madrid y diversas zonas rurales de la España de entonces para buscar imágenes insólitas y conocer de cerca sus costumbres, carnavales, corridas de toros y manifestaciones religiosas. En 1904 se presenta por primera vez a la Exposición Nacional de Bellas Artes, pero es rechazado y relegado a la denominada «sala del crimen» junto a otros artistas, como Juan Gris, Romero de Torres, Nonell y Joaquim Mir.

De 1909 a 1918 reside en Santander, donde inicia su actividad como escritor. A su regreso a Madrid vuelve a frecuentar las tertulias literarias, en especial la de Ramón Gómez de la Serna en el Pombo, que inmortaliza en su célebre cuadro de 1920. En 1919, en la Exposición Internacional de Bilbao, el jurado elige los tres mejores cuadros para el Museo de la ciudad. Los pintores elegidos fueron Gauguin, Anglada i Camarasa y Solana. Este primer reconocimiento se repite en otras exposiciones oficiales: obtiene las medallas de oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1922, con su Vuelta de la pesca, y en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, con Las coristas. También participa en exposiciones en el extranjero (Chicago, Pittsburg, Londres...) y en otros certámenes más renovadores como la Exposición de Artistas Ibéricos de 1925. En 1928 hace el obligado viaje a París, adonde regresa en 1938 huyendo de la Guerra Civil española. Al final de la contienda Eugenio d’Ors le convence para volver a Madrid. Su prestigio como pintor se va consolidando aunque la anhelada medalla de honor de la Exposición Nacional de Bellas Artes no le es concedida hasta 1945, a título póstumo.

La dramática y tétrica concepción de la realidad que se refleja en sus pinturas sigue la corriente tremendista propia de los intelectuales de la Generación del 98 y es considerada como continuación de la corriente tenebrista de la pintura española que va desde Valdés Leal a las pinturas negras de Goya. Sus escritos siguen estas mismas pautas y entre ellos podemos destacar Madrid, escenas y costumbres (1912 y 1918), La España negra (1920), Dos pueblos de Castilla (1924) y la novela Florencio Cornejo (1926). Su temática costumbrista y grotesca, de paleta oscura y técnica empastada, que caracterizarán toda su trayectoria, nos ha dejado una imagen sombría y trágica de la sociedad española.

Paloma Alarcó